Miedo, censura y Farmafia

10-angeles-maestroÁngeles Maestro es médica y técnica superior de Salud Pública. Siendo diputada de Izquierda Unida ejerció de portavoz de Sanidad en el Congreso español. Ha publicado un artículo valiente, de lectura imprescindible.

En él Maestro, con motivo de las medidas que se están tomando con respecto a la covid-19, denuncia «la creación de una sensación de catástrofe y de riesgo de muerte general para una enfermedad con una tasa global de letalidad de 0,8 %» y «la neutralización de la creciente información que contradecía el discurso oficial». La censura está alcanzando niveles inimaginables: «Páginas como newtral.es o maldita.es, actuando a la velocidad del rayo, califican como falsa toda información emitida por científicos de cualquier parte del mundo que cuestionen la versión imperante»; además actúan en colaboración con Facebook/Whatsapp y Google/Youtube.

La autora revela las conexiones de las grandes farmacéuticas con los medios de comunicación más potentes y con la banca. Es escandalosa la «colaboración pasiva de la mayor parte de las sociedades médicas –que subsisten en gran medida gracias a las subvenciones de la industria farmacéutica– y la muy activa de los gobiernos».

Según Maestro, deben levantarse voces como el “Yo acuso” de Emile Zola contra «las acusaciones de “negacionista”, “antivacunas” o sospechoso de connivencia con la extrema derecha, realizadas precisamente por quienes desde posiciones dogmáticas intentan imponer el pensamiento único, o lo que es lo mismo, el no pensamiento».

En otro artículo de mayo de 2021, Ángeles Maestro denunciaba cómo las multinacionales farmacéuticas han ido reemplazando, hasta hacerlas desaparecer, a las empresas públicas. Esta industria ha llegado a alcanzar, mediante sobornos y presiones, un control desmesurado del poder político. Un ejemplo de ello es COVAX, una agencia que «se presenta como una institución “público-privada»; en realidad, «como todas las que usan este eufemismo tan en boga, utiliza financiación pública, de los gobiernos, para beneficio privado».

La autora señala cómo «la eficacia de esta vacuna es muy pequeña si se compara con los niveles de protección de vacunas anteriores. La vacuna de Pfizer prevendría sólo un caso leve-moderado por cada 119 personas vacunadas; es decir los otros 118 se verían sometidos a los efectos secundarios sin obtener ningún beneficio». Su administración se está llevando a cabo saltándose «todos los mecanismos de farmacovigilancia y de gestión de riesgos». Las farmacéuticas que han desarrollado las vacunas tienen un largo historial de prácticas delictivas y mafiosas. «El principio hipocrático primum non nocere que debe guiar la práctica médica ha sucumbido frente a los negocios multimillonarios». LEx


Covid-19. La respuesta autoritaria y la estrategia del miedo

covid19Desde que en marzo de 2020 los gobiernos empezaron a tomar medidas drásticas frente a la extensión de la covid-19, todas las fuerzas políticas han venido apoyando de forma unánime la versión oficial sobre la pandemia, así como las restricciones y la vacunación masiva como vía única para alcanzar la «Nueva Normalidad». Las únicas reacciones críticas significativas han procedido de colectivos profesionales organizados ad hoc (Médicos por la Verdad, Biólogos por la Verdad…) o de movimientos sociales minoritarios (algunos de los cuales, tristemente, son cercanos a posiciones de extrema derecha, otros sostienen posiciones más que cuestionables sobre otros temas).

La izquierda, que se supone que debe estar atenta a los abusos del poder, se ha plegado por completo a la narrativa oficial. Muchas veces son personas o colectivos autodenominados «críticos» (con respecto a las transnacionales, los medios de información masiva, el Big Tech, al capitalismo corporativo y sus instituciones globalitarias…) quienes de forma más ortodoxa y cerrada defienden las medidas más radicales tomadas por los gobiernos y las macroinstituciones mundiales, apelando a que «lo hacen por nuestro bien» y «lo dice la ciencia».

En ese contexto, es estimulante la publicación del libro Covid-19. La respuesta autoritaria y la estrategia del miedo, de Paz Francés (doctora en derecho penal y profesora de la Universidad Pública de Navarra), José R. Loayssa (médico de familia, doctor en Psicología e investigador) y Ariel Petruccelli (historiador y profesor de la Universidad Nacional del Comahue), una obra rigurosa y documentada (como se puede comprobar con la lectura de las primeras páginas del libro) que aborda el asunto desde una perspectiva de izquierda crítica.

Este breve artículo de los tres autores invita a un debate científico y libre sobre la gestión de la covid-19. @SItunberri / LEx


BN: El Supremo confirma la condena al Estado a indemnizar con 182.000 euros a la viuda e hijos de José Couso

Público, 15.7.21

cousoLa Sección Quinta de la Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia de la Audiencia Nacional que declaró la responsabilidad patrimonial del Estado por los perjuicios ocasionados a la viuda y a los dos hijos del periodista José Couso por la omisión de protección diplomática tras el fallecimiento de dicho cámara de televisión durante la toma de Bagdad (Irak) el 8 de abril de 2003.

La sentencia indica que los ciudadanos españoles pueden invocar la protección diplomática del Estado español cuando se les haya ocasionado un daño por un acto internacionalmente ilícito por parte de otro Estado, determinando el contenido de la protección y los efectos en el caso de que no se prestase en la forma oportuna, pudiendo generar la responsabilidad patrimonial de la Administración pública, no en cuanto a la indemnización del daño ocasionado, que nunca se garantiza con la protección diplomática, sino por la deficiente protección diplomática o la denegación de la misma. […]


Apuntes de la DH (VI): ¿Qué nos queda?

GlobalizacionMadrid, Dictadura Humanitaria, día 286
(Años del Mal Continuo, 25.12.20)

“Doctores tiene la Iglesia”, reza la vieja máxima de la institución pseudoapostólica. El pueblo es lego por definición y tiene que someterse a los que saben. Aunque sea en asuntos tan vitales como la salvación eterna. (Qué lejos queda esto del “Dios no hace acepción de personas”, tan reiterado en la Biblia. Y de la absoluta inclusividad de comprensión que hallamos en Juan 3: 16).

Se trata de una máxima dogmática, humana demasiado humana, que rebasa con mucho el ámbito eclesiástico. La veíamos reflejada en el consejo-prohibición “No te metas en política”. Gracias al movimiento del 15M parecíamos haber comprendido que la política es un asunto lo bastante importante, vital, como para dejárselo a los políticos. Hasta que llegaron “los nuestros” al Poder… (La izquierda sociológica, humana demasiado humana, parece ignorar que lo que cuenta son los valores de izquierdas y no los políticos que dicen sostenerlos aunque sus hechos no lo demuestren. ¿Dónde quedó el “No nos representan”?).

La “pandemia” ha llevado esta tendencia al paroxismo. De la mano de su fe cientifista, y con la coartada de “¡Viene la extrema derecha!”, la izquierda sociológica ha sacrificado sus valores en el altar del Poder (subyacente al “gobierno más progresista de la historia”). “Doctores tiene la Ciencia” para ocuparse de nuestra salud. “No te metas en tu vida, parece decirnos ese inmenso coro de conciudadanos defensores del gobierno y de la Iglesia Cientifista. Las autoridades sanitarias, amparadas por los fact-checkers (¿a menudo fake-makers?), deciden lo que nos conviene respaldadas por sus comités de expertos reales o fantasmales. Su legión de seguidores le dicen a todo amén y muchos de ellos están dispuestos a ejercer en la calle, como policías vocacionales, la misma función que en los medios ejerce la Policía del Pensamiento. Así se entiende mejor que el ministro de Sanidad, un caballero educado, mesurado y digno, acabe revelando su lado más siniestro como criado del Poder. Se actuará, dice, “con toda la contundencia posible y sin descartar nada” contra la asociación Médicos por la Verdad y demás herejes del dogma oficial. Prohibido pensar por uno mismo y expresar las conclusiones de sus pensamientos (ver también). Y aquí parece que nadie se pregunta, la izquierda sociológica menos que nadie, quién se ha creído que es ese simple mortal “implacable”, miembro de un gobierno supuestamente democrático, para perseguir a otras personas por tener criterios, incluso científicos, distintos que los que él viene imponiéndonos.

¿Cuántos nos preguntamos si no estaremos matando virus a cañonazos? La gestión de la “pandemia” suma a su larga letanía de efectos adversos (soledad de los agonizantes pacientes de covid, abandono de los demás enfermos, ruina económica para millones de personas, consecuencias para la salud del confinamiento y del uso de las mascarillas, afecciones emocionales, aumento de suicidios…) la restricción de unos derechos y libertades que, como nos dicen de la “Nueva Normalidad”, ha venido para quedarse. El colmo son los daños que seguramente llegarán por unas vacunas producidas en tiempo récord para su pronta comercialización y administración. Que sus fabricantes y financiadores privados sean ultracapitalistas megamillonarios parece dejar indiferente a la izquierda sociológica. No así, pásmate, a la Derechosa, que es hoy por hoy donde se ha refugiado, no solo la defensa de nuestras libertades, también la denuncia del capitalismo más destructivo.

Movidos por el miedo al virus y a la extrema derecha, los “progresistas” han abandonado los valores de izquierdas y, con ellos, la política, la libertad y, paradójicamente, la propia salud, cañoneada por las desproporcionadas medidas antivirales impuestas por los siervos de la Élite Global. La izquierda sociológica ha renunciado a la vida. Ha dejado el progreso en manos de la Derechosa, pero el problema es que esta lo asume sin abandonar, en el fondo, su propio programa reaccionario y totalitario.

¿Qué nos queda? En realidad, lo único que ya teníamos a nuestro alcance, aunque nos deslumbraran otras luces ya probadas vanas e ilusorias. Hoy, dicen, es el día de Navidad. Como cada año en esta fecha. Porque la institución pseudoapostólica (entregada, por cierto, a la agenda globalista, ultracapitalista y pandémica) consiguió convertir en algo cíclico las Buenas Nuevas que apuntan, no a un “Adviento” anual del Hijo de Dios, sino a su segunda venida, en la que consumará la Esperanza asegurada por su sacrificio infinito. La Dictadura Humanitaria surgida de la actual crisis sanitaria solo es posible en el marco de globalización que predijera el libro de Apocalipsis (ver capítulos 13-14, p. ej.). Un marco siniestro pero que, a la vez, nos remite a la Esperanza: hay una Mano que, sin dejar de respetar la libertad humana, dirige la historia hacia su culminación en otra cosa radicalmente distinta (ver Apoc. 21: 1-14). “¡Vengo pronto!”, nos dice Jesús, el Dios Amor (22: 12).

En sucesivas entregas de esta modesta serie irregular, habrá que seguir profundizando en muchos de los asuntos más feos aquí tratados. Pero era imprescindible acabar esta vez con un mensaje de esperanza: ¡Maranata! @Pacífico / LEx

Snowden sobre la vigilancia masiva en tiempos de covid-19

Edward Snowden es una Snowdende las personas que con más lucidez está analizando la situación de las libertades a escala global. En el post anterior ofrecimos algunas de sus reflexiones sobre la covid-19 y las libertades. En una entrevista de julio de 2020 manifestaba cierta esperanza en que el mundo no caiga en un proceso totalitario, pero no dejaba de advertir sobre los graves peligros que nos amenazan:

«Las más pequeñas infracciones de nuestra vida, que pueden ser solo civiles y no criminales, son instantáneamente recogidas y memorizadas en el mismo momento del error e integradas en un registro permanente controlado por instancias comerciales o gubernamentales, y no tenemos capacidad de cambiarlas

«La única forma que tenemos para hacer que las cosas vuelvan a ir mejor es luchar y sacrificarnos, porque el cambio no es algo que se dé por hecho, el poder no nos da concesiones, nuestros derechos no son regalos, son premios que se ganan. Y solo se conseguirán cuando tú los reclames, cuando de forma activa hagas que ese cambio ocurra; el cambio empieza por ti

«Cuando decidimos que Facebook, Google, Twitter, Youtube deben encargarse de decidir qué se puede decir y qué no, vamos en la dirección incorrecta

«Biden era el vicepresidente de Obama. Estaba en el cargo y no se quejó cuando en 2013 se difundió por todo el mundo la información sobre la vigilancia masiva. […] No espero ningún tipo de evolución o mejora con Biden en la Casa Blanca en comparación con Obama o Trump. La realidad es que la vigilancia masiva de los estadounidenses y de la población de todo el mundo tiene el apoyo de los dos partidos [demócrata y republicano] en los círculos de las élites del gobierno de Estados Unidos.»

«Las políticas contra los discursos de odio o las fake news están totalmente equivocadas. Si un individuo está implicado en conductas que pueda demostrarse que son ilegales, que no están protegidas por la constitución, que se saltan derechos, etcétera, entonces la policía debería perseguir a esta persona como individuo. Así es como funcionan las cosas en una sociedad libre: si alguien traspasa el límite de lo que el derecho garantiza, e infringe los derechos de los demás, se le investiga, se le acusa, se le imputa y, si se puede probar que es culpable, se le castiga. Pero estamos viendo cómo los gobiernos tratan de romper ese proceso

«¿Cómo salvar la democracia? El meollo de la democracia es que uno de nosotros no tiene que ser lo bastante inteligente por todos nosotros. Todos nosotros tenemos que ser lo bastante inteligentes por todos nosotrosLEx


El gobierno contra la desinformación, ¿censura?

fakenewsEl Gobierno de España ha aprobado una orden contra la desinformación. Algunos la defienden como una herramienta necesaria para luchar contra las fake news; otros la atacan por implantar un mecanismo de censura. ¿Qué dice la orden?

El gobierno contra la desinformación, ¿censura?


La “pandemia” covid-19 en 20 puntos

covidEste artículo de Swiss Policy Research presenta la realidad sobre la covid-19 en veinte breves puntos ampliamente documentados con referencias a estudios científicos y estadísticos. ¿Es tan grave como se dice? ¿Se está informando correctamente sobre la enfermedad? LEx


Josep Maria Esquirol, “La resistencia íntima. Ensayo de una filosofía de la proximidad”

la-resistencia-intimaEn esta obra, que obtuvo el Premio Nacional de Ensayo en 2016, Esquirol extiende una invitación a la reflexión, a la rebeldía frente al dogmatismo, al diálogo y a la fraternidad. Una reseña de Simón Itunberri:

La resistencia íntima. Ensayo de una filosofía de la proximidad, de Josep Maria Esquirol

 


¿Hay que respetar todas las opiniones?

Opinión¿Hay opiniones tan contrarias a los valores básicos de convivencia que no deberían ser consentidas de ningún modo? ¿Qué entendemos por «respetar»?

¿Hay que respetar todas las opiniones?


‘Los archivos del Pentágono’: la libertad de prensa (y mucho más) en juego

cartel-LOS-ARCHIVOS-DEL-PENTÁGONO-PALOMITRON-1La película de Spielberg defiende la filtración de documentos oficiales que el pueblo debe conocer, y sirve de advertencia ante los ataques a la libertad de información.

Reseña de Los archivos del Pentágono